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NATURALEZA INMATERIAL DEL SER

La energía fluye por las dimensiones y los planos, abarca todo lo que es.

La materia o la “existencia material” sólo existe en planos de existencia en los que la proyección energética del ser es posible.

Esto es, la energía siempre es, en cambio la materia sólo existe en ciertos niveles de la REALIDAD.

¿Esto qué quiere decir? Significa que la materia no es lo relevante, lo relevante es la energía.

En planos materiales como en el que se desarrolla la vida humana, esta información tan cierta, pareciera adquirir un carácter prácticamente irrelevante, ya que en la vida diaria la mente y la energía parecieran estar determinados por el aspecto material.

Basta con ver la idea que tiene el ser humano de la muerte y cómo se relaciona con ella, para ver como su mente y emoción están ancladas con la vida material. Existe una desconexión casi total entre la materia del ser humano, en la que éste deposita totalmente su existencia o valor y la dimensión inmaterial o energética de la existencia.

Esta situación o desconexión tiene gran relevancia para la vida diaria, pues si la energía es REAL, la materia sólo es una proyección de ésta, lo que quiere decir que fijar nuestra atención y “energía” mental sólo en la materia constituye un desgaste innecesario, toda vez que estamos fijando nuestra atención en algo que no es real.

La proyección no existe, de la misma forma que este mundo material no existe.

La inexistencia del mundo material, es una idea muy difícil de digerir para nuestra mente, adaptada para permitirnos sobrevivir en este mundo.

Lo que pasa en realidad es que la mente pertenece a este mundo, esto es, forma parte de la proyección material del ser.

Esto quiere decir que mantener o vivir nuestra vida diaria filtrada por la mente, nos genera vivir separados de nuestra naturaleza.

Si te encuentras leyendo estas palabras y tu mente pareciera resistirse a esta información, es sólo resistencia de ella a que veas lo que hay detrás o encima de la proyección de la realidad creadora del mundo material en el que vives.

Una mente sana no entra en conflicto con esta verdad, porque sabe y entiende su lugar, no se apodera de un lugar que no le corresponde, no tiene miedo de desaparecer, pues reconoce su esencia como algo perteneciente a una proyección de una dimensión más profunda que es la que le da origen y sustento.

Esto es, el ser que eres o  mejor dicho la energía que eres, está más allá de tu mente y de toda proyección material de ésta.

Tu atención no debe estar aquí, esto es, en ningún tema que atrape tu atención en este mundo o dimensión material, aquí no puedes resolver nada, porque no hay nada que resolver, ya que sólo es una proyección de la energía que eres.

¿Qué quiere decir esto?  Que tu atención es Real y proviene de tu esencia, pero el punto de tu atención es sólo una proyección de esa misma energía.

En la medida en la que la energía que eres vibra, o “piensa” o “siente” para efecto de este plano, se altera la realidad material, el problema es que ese pensar o sentir está limitado o deformado por nuestros bloqueos emocionales, por una densa capa energética conformada por nuestros miedos, creencias, apegos e ideas, por nuestra educación o formación, por ejemplo de nuestros padres o por la falta de ellos.

Es necesario depurar esos bloqueos emocionales para adquirir conciencia de nuestra naturaleza inmaterial, para poder poner en el lugar que le corresponde a nuestra materia, incluida nuestra mente, para liberarnos del sufrimiento que sólo es el resultado de nuestra falta de conciencia respecto de nuestra inmaterialidad y de nuestra verdadera capacidad de generar conscientemente la realidad.

 

Alejandro Sánchez M

Regreso al Corazón

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